Un anestesiólogo o anestesista es un médico que se especializa en la administración de anestesia antes, durante o después de un procedimiento quirúrgico (es decir, en el período perioperatorio).
En pocas palabras, muchas personas consideran a los anestesiólogos como los médicos responsables de ponerlos a dormir y despertarlos cuando termine la cirugía. Sin embargo, el papel del anestesiólogo va más allá de esto. El anestesiólogo desempeña un papel crucial para garantizar que un paciente sobreviva al procedimiento quirúrgico y es una figura esencial en la planificación perioperatoria y la toma de decisiones.
Antes de la cirugía, los anestesiólogos identifican las necesidades quirúrgicas y médicas del paciente y, con esta información, planifican la optimización necesaria del procedimiento quirúrgico.
El equipo de anestesiología se ocupa de obtener una historia clínica detallada del paciente para identificar cualquier problema subyacente que pueda interferir con la anestesia, como un historial de reacciones alérgicas, afecciones respiratorias o cualquier otro problema de salud. El anestesiólogo puede solicitar pruebas específicas, como una radiografía de tórax o un recuento sanguíneo completo, para ayudar a descartar o identificar estos problemas. Según los hallazgos del anestesiólogo y en relación con el historial médico del paciente, es posible que algunos medicamentos deban administrarse de forma profiláctica, mientras que otros tal vez deban ajustarse o suspenderse por completo antes de la cirugía.
Los medicamentos que a menudo se prescriben preoperatoriamente incluyen benzodiazepinas para pacientes que están más ansiosos que de costumbre.
Para aquellos con riesgo de reflujo gastroesofágico, se pueden administrar citrato de sodio o inhibidores de la bomba de protones.
Los pacientes con una función respiratoria disminuida, debido a una morbilidad como el asma, pueden requerir broncodilatadores.
Los antidepresivos, los agentes hipoglucemiantes y los anticoagulantes generalmente se suspenden el día de la cirugía para prevenir complicaciones.
En el quirófano, los anestesiólogos son los guardianes de la vida. Monitorizan el funcionamiento fisiológico del paciente con la ayuda de dispositivos electrónicos antes durante y después de la intervención.
Gracias a los avances científicos, los anestesiólogos son capaces de vigilar la profundidad de la anestesia, la oxigenación, la ventilación, la hemodinámica y la temperatura del paciente. Todos estos son parámetros vitales que deben mantenerse dentro de los márgenes fisiológicos. Además de esto, los anestesiólogos tienen a mano líquidos por vía intravenosa y kits de reanimación listos para su uso inmediato en caso de que sean necesarios.
Cuando corresponda, se administra oxigenoterapia para asegurar el mantenimiento de la saturación por encima del 90%, y se proporciona ventilación mecánica por intubación a los pacientes que recibieron relajantes musculares. La presión sanguínea y la frecuencia cardíaca se monitorizan cuidadosamente y se manejan en consecuencia si se alteran. Los líquidos se mantienen de acuerdo con los cálculos previstos y la reanimación con cristaloides y / o coloides se realiza cuando es necesario. Además, los productos sanguíneos, como los glóbulos rojos, el plasma fresco congelado y las plaquetas, siempre están disponibles si son necesarios.
Inmediatamente después de la finalización de la cirugía, los anestesiólogos son responsables de revertir el estado de la anestesia y devolver al paciente a un estado consciente. La comodidad del paciente después de una operación quirúrgica es el objetivo final. En algunos casos, la atención crítica en una unidad de cuidados intensivos puede ser necesaria.
La principal preocupación del anestesiólogo después de una cirugía es el tratamiento del dolor y abordar otras complicaciones postoperatorias, como náuseas, vómitos, confusión y agitación. El paracetamol, los AINE y los opiáceos se usan convencionalmente para tratar y tratar el dolor postoperatorio.
De acuerdo con el Programa Oficial de la Especialidad, la Anestesiología y Reanimación es una especialidad médica que tiene como objetivos el estudio, docencia, investigación y aplicación clínica de: