La anestesia durante la cirugía cardíaca tiene como objetivos generales mantener el paciente dormido, evitar recuerdos desagradables, tratar el dolor y relajar la musculatura para facilitar el abordaje quirúrgico.
La anestesia durante la cirugía cardíaca tiene como objetivos generales mantener el paciente dormido, evitar recuerdos desagradables, tratar el dolor y relajar la musculatura para facilitar el abordaje quirúrgico.
La cirugía cardíaca tiene como característica diferencial, en la mayoría de los casos, la necesidad de circulación extracorpórea. Esta consiste en conectar al paciente a una máquina que actúa como corazón y pulmón, permitiendo parar el corazón durante la intervención quirúrgica.
Durante toda la intervención se realiza una monitorización exhaustiva para garantizar el aporte de sangre y nutrientes a todos los órganos y tejidos. Para conseguirlo empleamos monitores de última generación.
A lo largo del proceso asistencial se aplican estrategias de ahorro de sangre y hemoderivados dentro de un programa de Patient Blood Management o Gestión de la sangre del paciente.
Nuestro objetivo es minimizar la transfusión de sangre alogénica y mejorar los resultados.
Todos nuestros los pacientes entran dentro del programa ultrafastrack recovery o recuperación rápida. Dentro de este programa se incluyen estrategias como el despertar y la extubación precoz en quirófano, que se realiza con éxito en más del 90% de los pacientes.
Nuestro objetivo final es garantizar la seguridad, evitar complicaciones, facilitar una recuperación precoz y el alta hospitalaria.